Entre
estas 3 sesiones, el atleta debe realizar una de fondo, una mixta o de
transición y una específica. Es verdad que según el período o la cercanía de la
competencia, la intensidad y el objetivo de los entrenamientos deben variar,
pero como comenté anteriormente, estamos considerando que se trata de un atleta
con poca experiencia, uno en período de transición o alguien que está volviendo
después de un período largo de descanso, que no cuentan con más de 15 horas a
la semana para invertir en el deporte y entrenan para eventos de no más de 4h.
La
sesión de fondo en la natación debe llegar a ser del doble de la distancia de
la competencia principal. Nadar continuamente sin descanso es una muy buena
opción. La sesión mixta debe ser al menos de la misma distancia de la
competencia y la sesión específica debe contar con un trabajo principal con el
mismo metraje. Por ejemplo, si se está entrenando para un triatlón olímpico, el
bloque principal deber ser algo como 15x100m con 10 seg de descanso al ritmo de
competencia o más rápido, 10x150m, 3x500m, 5x300m, dependiendo de lo que se
quiera trabajar.
La
sesión de fondo del ciclismo debe ser en zona 2 y debe llegar a durar el doble
del tiempo que se espera hacer en la competencia principal. Entre 2h y 4h. La
sesión mixta deberá durar alrededor del tiempo estimado en la parte del
ciclismo de dicho evento y la sesión específica, deberá ser a la misma
intensidad a la que se espera competir, tratando de llegar a cubrir la misma
distancia. Por ejemplo, si se pretende rodar 1h10min en un triatlón olímpico,
esta sesión debe llegar a cubrir 40km en ese tiempo, progresivamente. Se puede
comenzar con 20km y semanalmente aumentar 5km hasta llegar a los 40.
Corriendo,
la sesión de fondo debe durar entre 1h a 2h, dependiendo nuevamente de la
distancia para la que se esté entrenando. Esta sesión puede ocupar hasta el 50%
del volumen de carrera semanal, no más. La sesión mixta o de transición, es
suficiente que dure hasta 45 minutos y la sesión específica, igual que en el
ciclismo, debe tener un trabajo principal que llegue a cubrir la distancia de
la competencia, a la misma intensidad y tiempo. Por ejemplo, 6x1600m a ritmo de
10k con 3min de recuperación o un tempo de 10k. Generalmente el triatleta
principiante no logrará correr en la competencia más rápido que su paso de
tempo, así que es suficiente y más sano que entrene su sesión específica a ese
ritmo y no más rápido.
Todo
este principio se mantiene como base para atletas con más experiencia, pero
varía cuando tomamos en cuenta sus fortalezas y debilidades. Las debilidades de
un atleta deben ser más trabajadas que las fortalezas. Por lo que si alguien es
buen ciclista, no tan buen nadador y corredor promedio, podríamos distribuir
las sesiones en 3 de ciclismo, 4 de carrera y 5 de natación, tratando de hacer
énfasis en la técnica y su debilidad específica (Fuerza, fondo, capacidad
neuromuscular, resistencia muscular)
En
caso que la debilidad sea el atletismo, considero que no se deben realizar más
de 3 sesiones a la semana, ya que el riesgo de lesión es bastante grande,
sobretodo si se tiene un poco de sobrepeso. Es preferible que complemente el
fondo con el ciclismo y la natación. En caso que la debilidad sea la carrera,
debido a falta de experiencia y no por sobrepeso o falta de fitness, entonces
puede hacer hasta 4 sesiones muy cortas a la semana de 30 a 45 minutos y una de
fondo. En este caso la frecuencia va a dar mayor beneficio que el volumen.
2 comentarios:
Exvelente informacion gran aporte..
Gracias Casar; el Mayor exito en tu emprendimiento con tu pagiga.👍
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